3 jun 2007

Fenómeno Cálico

Lo bueno que tenía el Sicarm es que además de poder asistir a conferencias de periodistas anclados en el pasado de la era digital, también se podía ir a las jornadas dedicadas a la Animación Digital. Tras una noche de Beers and Blogs, que es un pretexto para beber y acabar hablando en un dialecto similar al html y esperar en la cola tontamente de un aseo desocupado, se inició la segunda jornada del Sicarm. Tras llegar tarde al recinto, la resaca y la pereza se apuntaron un tanto una mañana más, me fui directamente a la conferencia de los creadores de Cálico Electrónico. Lo hice porque la verdad es que me interesaba este tema. La sala estaba a reventar. Habían más cabezas que sillas. Así que mi resaca y yo, o viceversa, nos tuvimos que quedar de pie sin desayunar y sin apenas escuchar lo que allí se decía.

Mientras mi camiseta empezaba a absorver las primeras gotas de sudor, en la mesa los creadores Cálico y cofundadores de Nikodemo Animation, Niko y Raúl Escolano, iban contando su experiencia personal con este personaje en flash que se ha hecho grande gracias a Internet. Lo más curioso de Cálico, que ha sabido recoger en tono de parodia exagerada aspectos típicos de una generación, es que en sus inicios comenzó como una mascota que animaba a comprar en la Electrónica Web. Tras unos cuantos años, el boca a oreja empezó a forjar el fenómeno Cálico llegando a ser un éxito sin precedentes hasta hoy día. Juegos, cómics, traducciones de la serie y la tienda de Cálico dan fe de ello. Tras este éxito abrumador, los creadores declararon que decidieron parar la serie de momento para relanzar otra con un temática similar y que bebe mucho de su predecesora: huerfánoselectrónicos.

Para finalizar hay que destacar que durante la conferencia se nos mostraron tres cortos, que puestos a decirlo me facilitaron la resaca, de este regordete antihéroe de nacionalidad "aspañola" y fregaplatos de profesión. Valió la pena entrar a esta conferencia porque logré esbozar una risa que pudieron disimular durante una hora mis enormes ojeras.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pensándolo bien, fue mejor esperar tontamente que no ver salir a un horco sudorosos del aseo. Yo creo que tuvimos hasta suerte...

Moreno-Ghersi dijo...

Si llega a salir un orco no lo hubiesemos bebido también....jejej