Fichajes por eBay
No me moveré de aquí”; “Mis colores no son otros que los del Barcelona”; “El Madrid es mi casa”; “Si me quieren, que paguen la cláusula”; “Por esa cantidad ni siquiera me siento a negociar”... Ja. Ja. Y ja. Súmenle diez frases más parecidas a éstas y ya dispondrán de las diez mentiras del verano. O sea, basta ya. Basta ya de palabrería, de falsa militancia, de juramentos de amor eterno, etc…
Porque cuando un futbolista se cambia de equipo, digamos de ciudad, lo que le queda del primero son cuatro amiguetes (si es que luego los mantiene), el ‘sueldámen’ y las primas que se ha llevado (bueno va, también va con segundas). ¡Ah! y sobre todo le quedan la mujer y los hijos. O en todo caso la ex mujer, porque ex mujer siempre tienes. Ex hijos, no. Estos siempre son tuyos. ¿Estamos de acuerdo? Porque a uno mismo mismo le queda uno mismo. Sí, sí. Y participar en las victorias del equipo, claro. Pero sobre todo el historial personal, porque tú puedes estar muy a gusto en esa ciudad, en ese barrio residencial de ‘millonetis’ que no tienes un colmado a cinco kilómetros a la redonda (humm, qué cómodo), y que tus niños vayan a un colegio chulo, incluso inglés, que los llevará a las nueve de la mañana y los irá a buscar a las cinco de la tarde la canguro (¿A qué espera la Federación Española? ¿Para cuándo una liga de fútbol femenina de canguros que van a buscar a los niños?).
Resumiendo: que al final ya queda fuera de época lo del amor a los colores, ni aquello otro en vinagre. Nos queda el egoísmo, la pasta y el triunfo personal. No es negativo. Es humano y comprensible. Nada más. Por lo tanto y puestos a hablar claro, para evitar este concierto de despropósitos, titulares falsos (también divertidos) de cada verano, y como lo de las cláusulas es un cachondeo, menda propone que vayan todos al eBay, la conocida casa de subastas por internet.
Un ejemplo: El Sevilla tiene a Alves. Su cláusula es de... pongamos 50 millones de euros, 8.000 millones de pesetas (no me gusta eso de ‘las antiguas’ pesetas). El jugador manifiesta que no se quiere mover (no, no poco). El club dice que no lo quiere traspasar (sí claro, y yo soy Carmen de Mairena). El representante va loco por pillar cacho y dice que está muy a gusto en su club (claro, pero si se queda agradecería ‘un gesto´). Y ya la tenemos montada. Solución: quitamos las cláusulas de rescisión y vamos al eBay: “Se vende jugador, defensa, muy completo, con gran futuro. Precio de salida: 100 euros” (Siempre conviene empezar con un precio así para que pique todo ‘quisqui’). Fin de la subasta: el 10 de agosto (que podría ser el día que el Sevilla se va de gira por Asia). El 9 de agosto, miramos números. ¿Qué? ¡¡75 millones de euros, el Abramovich de turno se ha vuelto loco!! Pues se vende. ¿Que el tema se ha quedado encallado en 20 millones?
Pues se le dice al jugador: “Chaval, tu valor en el mercado no está al alza, así que te quedas y para que estés contento te subimos un 1% de la última puja. Es lo que hay, Calisay”. Puede ser que con esta solución se acaben los titulares de mentira, aunque bien pensado le hacen una buena competencia a mis amigos de ´El Jueves´. Y tampoco me hagáis mucho caso porque resulta difícil concentrarse y escribir sabiendo que está por Barcelona Scarlette Johanson y pensando que en cualquier momento se produce un apagón y se te va la luz de casa durante tres días. Suerte que me quedan cinco segundos y dos líneas para irme de vacaciones e imitar a Los Panchos: “Me voy pal puebloooooo”.
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